Gran yelmo de olla en acero del s. XIII / XIV

El enemigo se acerca, respiras profundamente, alzas la vista y ves a un gran bloque enemigo avanzando hacia vuestra posición. Das las ordenes necesarias para organizar a tu grupo. Cuando ves todo listo te pones tu casco Persian y gritas con ferocidad «¡cargad!».

¿Anhelas cumplir tu sueño de encarnar a un caballero fuertemente acorazado en tu próxima evocación medieval, feria de Ren o mercado medieval? ¡No busques más! ¡Nuestro Gran Yelmo de Olla es la elección perfecta para ti! A finales del siglo XIII y principios del XIV, el yelmo evolucionó hasta alcanzar su forma más refinada y elegante. Este desarrollo llevó a que la cabeza del caballero estuviera completamente cerrada y excepcionalmente bien protegida desde todos los ángulos. Como resultado, este particular diseño de yelmo se adaptó mejor al tumultuoso caos del combate cuerpo a cuerpo, en comparación con las versiones anteriores, que sólo contaban con una placa frontal y se centraban principalmente en la defensa frontal.

Descripción

Este casco está fabricado a mano en ACERO MILIMITAR de 1,6 mm (calibre 16) con un acabado pulido. La altura es de unos 34 cm, la profundidad interior de adelante hacia atrás a la altura de los ojos mide unos 27 cm, la anchura interior a la altura de las orejas es de unos 21 cm y las aberturas para los ojos miden unos 14,7 cm de largo y 1,3 cm de ancho. Este casco tiene una circunferencia interior de 68 cm (antes de la fijación del forro de cuero) y se ajusta a la mayoría de circunferencias craneales de entre 58 cm y 61 cm, dependiendo de la forma de la cabeza del usuario. Si desea llevar un gorro acolchado adicional, mida la circunferencia de su cabeza mientras lo lleva puesto. (El FORRO DE CUERO GENUINO ajustable ya incorporado en el interior del casco suele ser suficiente para la mayoría de las cabezas masculinas adultas). Pesa unos 3 Kg 980 gramos.

Nota: Este producto se recubre cuidadosamente con una capa de aceite cuando se envasa que actúa como una capa temporal (protectora) contra la corrosión (óxido), que puede limpiarse fácilmente con cualquier producto quitagrasas o incluso con un paño seco.